Por Daniel Pérez

Muchas personas quieren practicar Meditación por motivos mundanos, y no hay nada malo en ello.
Quizá sienten ansiedad, tal vez no encuentran sentido a su vida, la mayor parte de las veces, lo hacen por moda, pensando de forma egoísta en qué pueden sacar de ello, en si les puede ayudar a superar el aburrimiento de sus mentes o a escapar de sus problemas cotidianos.
También son muchos, los que practican con pocos resultados, o lo dejan porque les parece aburrido y difícil.
Hay multitud de métodos de Meditación. “Meditación” es un término que significa entrenar la mente. Puede practicarse en cualquier postura, sentado, tumbado, de pie, caminando o realizando movimientos como en el caso del Taichi, Chikung u otras artes marciales orientales.
El método o técnica de Meditación es también muy variado, seguir la respiración, concentrar la mente en algún objeto, vaciar la mente de pensamientos, recitar oraciones, frases o mantras, utilizar la visualización, etc...
El Zen es un tipo de Budismo que hace énfasis en la práctica de la Meditación, aunque la Meditación, con distintos nombres está presente en todas las tradiciones espirituales. De hecho, el Budismo Zen era en origen (ahora ha degenerado como otras prácticas), una vuelta a la esencia del Budismo original o Theravada, desprovisto de "polvo y paja", directo, al grano, que no era otra cosa que una herramienta para experimentar la verdad por tu propio esfuerzo. Recalco, una "herramienta", no una religión, filosofía, estilo de vida, terapia, etc...
Aunque el Zen sea Budista, lo puede practicar cualquier persona, sin importar sus creencias. Al fin y al cabo, “Budismo” es sólo un nombre, y en sí mismo no significa nada, igual que las palabras “Zen” o “Meditación” son sólo eso, palabras.
En el Zen se busca recuperar el estado natural del ser, el estado que ha quedado oculto detrás de la identidad o personaje egocéntrico que la sociedad y nosotros mismos hemos creado.
De hecho, la palabra “Zen” se usa tanto para la Meditación como para el estado natural del ser del que acabo de hablar. También se usa para la experiencia directa de la realidad última o el cosmos infinito y eterno (para el que también se usa otra palabra, “Dios”;).
En el Zen se usan muchos tipos de Meditación, pero hay dos preferidos:
-Centrar la mente en un punto (suele ser la respiración)
-No pensar en nada
La Meditación es un tema delicado, de hecho, es fácil hacerla mal sin saberlo. Mucha gente practica pero no tiene grandes resultados. Parece simple, pero no es fácil. Lo ideal es aprender bajo supervisión de un experto.
Pero podemos probar un “bocado” de Zen, si usamos un método simple, bien explicado y procedemos con cuidado y suavidad.
Los requisitos para el método que voy a explicar, son:
-Practica poco a poco, para empezar de cinco a diez minutos, no más.
-Procura seguir las instrucciones, pero sin preocuparte de si lo haces bien o mal
He escogido el método de un gran maestro japonés del pasado llamado Bankei. El consejo que daba a todos quienes le pedían instrucciones, era siempre el mismo, ya fueran ricos o pobres: “Mora en lo No-Nacido”, que quiere decir que no te identifiques con nada, ni con tu indentidad, ni con tus pensamientos, ni con tus malos hábitos, porque nada de eso es parte de tu Mente No-Nacida.
“Mente No-Nacida" es sólo una expresión para describir ese estado natural que hemos dicho antes.
PRÁCTICA ZEN
Postura:
Siéntate en una silla, con el cuerpo recto, pero relajado, sin tensión. Relaja los hombros. Coloca las palmas sobre los muslos. Es importante que los dos pies estén apoyados en el suelo, y que mantengas el pecho y el abdomen relajados, pero sin encorvarte, manteniendo el cuerpo erguido.
Cierra suavemente los ojos, o si te sientes más cómodo/a, mantenlos abiertos sin mirar nada en concreto.
Meditación:
No tienes que hacer nada, ni seguir la respiración, ni visualizar nada, sólo, simplemente sigue ahí sentado sin hacer nada, como si fueras un espejo que refleja todo lo que pasa, los ruidos del exterior, los pensamientos, emociones, aburrimiento, deseos inacabables, etc...tu único trabajo debe ser volver siempre a ese estado de observador, de espejo, cada vez que veas que te despistas o que tu mente divaga.
No requiere ningún esfuerzo especial, es sencillo, permanece en el momento presente, sin ninguna meta, porque no hay nada que hacer o realizar. No te falta nada, si puedes descansar en el presente.
Las cosas vienen y van en tu mente y también fuera, en la calle, hay movimientos, ruidos que vienen y van.
Tu Naturaleza No-Nacida es como un espejo, percibe todo sin esfuerzo, pero no viene y va, siempre está ahí.
Te sientes totalmente libre y en paz.
Como decía el Gran Maestro Bankei: “Todo el mundo tiene esta Naturaleza Iluminada No-Nacida, pero no se dan cuenta”.
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